El proyecto de este vino comenzó a finales de los años 80, cuando empezamos a hacer los primeros experimentos con barricas de roble francés. Durante las últimas cosechas, la técnica se ha ido depurando hasta lograr un vino con un perfecto equilibrio entre madera y fruta. Las uvas, proceden de la parte más alta de la finca de Tremoedo, con muy bajos rendimientos, donde se han hecho podas en verde, deshojado y largas maceraciones de los mostos para incrementar la vida de este vino.
Granbazám Limousin
Brillante, de color amarillo pálido. En nariz, muy complejo, flores blancas en primer plano, fruta de hueso, con recuerdos a plátano, y aromas procedentes de la delicada crianza: torrefactos, vainilla y ahumados. En boca es untuoso, fresco, de final seco, con una retronasal llena de especias , recuerdos a fina madera y muy largo posgusto.